
Regresar al trabajo
Tras unas vacaciones de verano atípicas llega para muchos el momento de regresar al trabajo. Pero este inicio de curso no va a ser como los demás.
La primera diferencia con que muchos van a toparse al regresar al trabajo, es que no será exactamente un regreso; al menos no en un sentido estricto, puesto que muchas personas ni siquiera volverán físicamente a su oficina; sino que se quedarán en su casa para continuar teletrabajando; o bien se reincorporarán de forma parcial utilizando fórmulas mixtas de presencialidad y trabajo en remoto.
Para otras; es precisamente el volver a pisar la oficina, tras meses de no coincidir con sus compañeros; lo que añade ansiedad y exige un esfuerzo extra en esta reentré.
La vuelta también va a estar teñida por la incertidumbre que rodea al último cuatrimestre del año, con la crisis económica planeando sobre nuestras cabezas y las dificultades de conciliación que para muchas personas está conllevando la pandemia.
Por esta razón La Vanguardia entrevistó a Helena Thomas; profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, donde explica: “El principal problema de la situación actual es la incertidumbre, cómo nos va a afectar en el trabajo; en nuestra vida personal, en nuestra vida familiar, si vamos a tener que estar en casa o deberemos solicitar algún permiso para cuidarnos o cuidar a una persona que dependa de nosotros… Muchas situaciones de ansiedad que se han dado durante el confinamiento han sido por un exceso de información, muchas veces contradictoria…”
El reto: Convivir con la incertidumbre
Natalia Gómez del Pozuelo, escritora y formadora, autora de Hipolina Quitamiedos (Empresa Activa); asegura que la incertidumbre ha llegado para quedarse: “La incertidumbre es la nueva normalidad y ese es el mayor reto al que nos enfrentamos, ya que los eventos traumáticos producen malestares psicológicos graves; una percepción distorsionada que hace que se culpe exageradamente a uno mismo o a otros, conductas imprudentes o autodestructivas…”
Esta experta advierte de que si antes de la pandemia el estrés laboral alcanzaba cotas altísimas (México, 75% de la población; China, 73%; Estados Unidos, 59%; España, 40%) ahora se va a ver incrementado por el miedo a no tener trabajo.
“El mayor problema es que el miedo continuado debilita el sistema inmunológico”, continúa Del Pozuelo. Para esta especialista es importante buscar estrategias que nos permitan mantener al menos la ilusión del control, como por ejemplo no fijarnos metas demasiados precisas sino más bien tener claro un rumbo general; establecer horarios por áreas y cumplirlos, cuidar también la calidad y cantidad de la información que consumimos y cuidar del entorno y de nosotros mismos.
La necesidad: Claridad empresarial

Helena Thomas, por su parte, cree que son las empresas las responsables de ofrecer claridad a sus empleados respecto a las condiciones de su trabajo cuando va a haber cambios respecto al modelo habitual.
“En el caso del teletrabajo, el empleado deberá saber cómo, dónde y cuándo se hará. En el caso de una empresa que acuerde llevar a cabo un trabajo mixto, tendrá que establecer una buena planificación de las jornadas; de las fechas en las que se debe asistir presencialmente, de las plantillas que deben ir cada día, etcétera”, asegura.
Y recuerda que teletrabajar puede reportar muchos beneficios, aunque tampoco es siempre la panacea: “En aquellos casos en los que puede llevarse a cabo; como todo, tiene puntos fuertes y puntos débiles. Las investigaciones que se han llevado a cabo durante estos meses pasados, que han permitido recoger más datos y más completos, han permitido comprobar que, en general; el rendimiento de las personas trabajadoras aumenta con el teletrabajo siempre que se puedan dar una serie de condiciones: que se puedan aislar lo suficiente del entorno para concentrarse en el trabajo, que se tengan buenos medios para teletrabajar (conexión, equipos, etcétera.) y que se tenga una cierta experiencia en ello”, insiste. Teletrabajar puede tener ventajas en estos momentos de pandemia siempre que se den las condiciones adecuada,
Natalia Gómez del Pozuelo opina que la pandemia puede traer muchos beneficios para las empresas y los empleados que sepan verlos. Para Gómez del Pozuelo estas herramientas son el silencio y la no interrupción; así como implementar los mecanismos adecuados para medir resultados y que así no se pierde tiempo innecesario en interminables y multitudinarias reuniones de control. “Tenemos que aprender a valorar a las personas por sus resultados, y no por el calor que aporta su trasero a la silla”, asegura.
En DEXTAIL se están tomando todas las medias necesarias para que este regreso al trabajo sea optimo para todos.